1.- Los genios utilizan coordinadamente los dos hemisferios cerebrales.
Esto, lo sepan o no,
es porque trabajan con holones. Pero, qué son los holones; por lo pronto,
digamos que los holones por definición son aquello que es totalidad y parte a
la vez; son totiparte. Digamos por ahora, que es una forma novedosa de aprender
las cosas en que se ven envueltas en una dinámica de apertura o profundización.
Pero volvamos a los genios; si cada hemisferio está especializado en analizar o
totalidades o partes; viendo las cosas como "totipartes" cada
hemisferio tendrá que verse apoyado siempre por el otro como momento de las
cosas “recurrente” y el hecho de comprehender cada cosa como holones estaremos
fomentando su coordinación. Y poco a poco volviéndonos como los genios.
2.-Pero ¿qué más pueden hacer los “holones” por nosotros?
Si eres una persona inquieta, seguro que has notado que
actividades en las que estas en cuerpo, pero no en mente -o en mente, pero no
en espíritu-. No te aflijas, posiblemente tenga que ver con el método heredado
del platonismo. Comúnmente llamado problema mente-cuerpo. Pero esto tiene una
solución; porque cuando pensamos las cosas como "holones" tendemos a
incorporar nuestra conducta sobre estas como una acción de nuestra mente y
viceversa. Luego, muy probablemente ya no sentirán tu cuerpo o tu mente la
necesidad de escapar cada vez que atendemos a alguna de ellas.
3.- Pero porque resultan tan trascendentales los holones
a la hora de hacernos cargo del mundo.
No podemos ya desatender lo que le pasa al mundo, pero
también es cierto que nuestra sociedad requiere que volvamos a acciones
locales. Cualquiera de las dos acciones sesga una mejor comprensión de las
cosas. Las totipartes, es decir los
holones son nociones que no pueden “detenerse”. Bueno de hecho no pueden
detenerse. Luego entonces, al tratar de comprender la localidad como “nuestro
todo”, terminamos sesgando nuestro abordaje dejando de lado el resto del mundo;
lo mismo ocurre cuando nos centramos en lo que tienen de globales las
cosas. En cambio, cuando comenzamos por
holones vamos advertidos de lo “local” no es sino un “momento” de la totalidad
de cosas en el mundo. Sucede lo mismo del lado opuesto; aunque partamos de
abordajes globales nos sentiremos invitados a buscar su fundamento en nuestro
actuar.
La verdad es que si queremos entender a fondo las cosas ya
no podemos pensar ni en local ni en lo global.
Hay que pensar, por decirlo de alguna forma ¡glocales! ¡Hay
que pensar en holones!