jueves, 28 de marzo de 2013

El proceso de sombra 3-2-1


Empiece eligiendo aquello con lo que quiere trabajar. Suele ser más fácil comenzar con una persona “persona difícil” por la que usted se sienta atraído, repelido o molesto (como, por ejemplo, la pareja, un jefe o un pariente). También puede elegir una imagen onírica o una sensación corporal que le distraiga o que, de un modo y otro, atraiga su atención.
No olvide que la perturbación puede ser tanto positiva como negativa.
Hay dos formas posibles de reconocer la presencia de la sombra. El contenido de la sombra:

Puede tornarle negativamente hipersensible, reactivo, irritado, enojado, molesto o dañado, y también puede tratarse de un tono o estado emociona que impregna su vida,

O

Puede tornarle positivamente hipersensible, infatuado, posesivo, obsesionado, claramente atraído o quizás se convierta en una idealización continua que estructura sus motivaciones o sus estados de ánimo.

Siga luego los tres pasos del proceso:

3. Enfréntese a ello.
Observe el problema y luego, utilizando un diario en el que tomar nota o una silla vacía con la que dialogar, describa con todo detalle la persona, situación, imagen o sensación, utilizando pronombres en tercera persona como, “él”,”de él”, “ella”, “de ella”, “ellos”, “suyos” y “sus”. Esta es una oportunidad para explorar con detalle su experiencia de la perturbación, especialmente lo que más te molesta. No desaproveche esta oportunidad y permítase describirla de la manera más plena y minuciosa posible.

2. Hable con ello.
Entable un diálogo simulado con esos objetos de conciencia utilizando pronombre  de segunda persona (como “tu” o “tuyo”). Y convendrá, puesto que ésa es una oportunidad para relacionarse con el problema, aprovechar la ocasión para hablar directamente con la persona, situación, imagen o sensación que aparezca en su conciencia. Quizá podría entonces formulándose preguntas del tipo “Quién/Qué eres? ¿De dónde vienes?, ¿Qué es lo que quieres de mí? ¿Qué necesitas decirme? ¿Qué es lo que tienes que ofrecerme?” Permita luego que la perturbación le responda. Imagine lo que le respondería si realmente pudiese hablar con usted. Déjese sorprender por lo que aparece durante este diálogo.

1. Conviértase en ello.
Utilice ahora, mientras escribe o habla en primer persona, los pronombres “yo”, “mi” y “lo mío”, al tiempo que se convierte en la persona, situación, imagen o sensación que está explotando. Contemple el mundo, incluyéndose a sí mismo, desde la perspectiva única  de esa perturbación permítase también descubrir, no sólo las similitudes, sino también que realmente son una y la misma cosa. Esboce finalmente una afirmación o una identificación del tipo “Yo soy…”o”…soy yo”. Esto es alfo que, por su misma naturaleza, siempre experimentará como algo discordante o “equivocado” (después de todo es precisamente lo que su psiquismo se ha esforzado en negar!) Pero pruébelo una y otra vez hasta acabar descubriendo la verdad que encierra.

            Este último paso (el “1” del proceso 3-2-1) suele tener una segunda parte en la que  se completa el proceso de reapropiación completa de la sombra. En ese caso no sólo contempla provisionalmente el mundo desde esta perspectiva, sino que también siente el sentimiento o impulso anteriormente excluido hasta reconocerlo claramente como propio. Luego debe comprometerse con él hasta llegar a reintegrarlo.

            Para completar el proceso permítase luego registrar la realidad anteriormente excluida no solo con la mente sino con todos los niveles de sus ser. Este paso provoca un cambio de conciencia, emoción y energía sutil que libera la energía y la atención atrapada en la negación. Y el indicador más claro de que el proceso funciona es que usted se siente más ligero, más libre, más en paz y más abierto y en ocasiones, más elevado y hasta un poco mareado. Entonces es cuando se abren las puertas a un nuevo tipo de compromiso con la vida.

Ken Wilber Et. al  LA PRáCTICA INTEGRAL DE VIDA p. 48


martes, 26 de marzo de 2013

Modalidades ascendentes y descendentes para flanquear la dualidad de lo interno y lo externo.

Me he descubierto en dos tipos de meditación sin forma. Me pregunto si alguno de ustedes le encuentra sentido.
Las dos las encuentro relacionadas con posturas ascendentes y descendentes que se pueden complementar y combinar. El ejercicio requiere loto completo o medio loto.

La primera de ellas relaciona la exhalación con dejarse caer a la sensación mas física en relajamiento (descenso). Mientras que la inhalación visualiza como la permeabilidad de los limites de nuestra "forma" cede al pranna del entorno (ascenso).
La segunda relaciona la exhalación con el empuje de los limites de la sensación de yoidad hacia la totalidad restante (ascenso). Mientras que la inhalación tiende mediante la plenitud abdominal a bajar la sensación hasta sentir el contacto con la tierra (descenso).

La idea al final sería que el sujeto supere estas dualidades de dentro hacia fuera, de afuera hacia dentro en cada respiración encontrándose al último en la Vacuidad del Ser.
La idea es a través de varios caminos meditativos flanquear el estado de dualidad y así hacer mas probable alcanzar la Unidad .

sábado, 9 de marzo de 2013

“Foto Empapada por contextos”

por Gabriel Rivera

A vueltas con la supuesta imparcialidad fotográfica.

El siguiente link muestra una dramatica foto en donde una vibora tiene atrapado a un niño y aparentemente el  fotografo presente lejos de ayudarle, continua la toma.




He aquí  el link del articulo completo.

http://www.planetacurioso.com/2012/08/23/una-serpiente-constrictora-le-atrapa-el-pie-y-nadie-lo-ayuda/

No es la primera vez que una fotografía resulta tan conmovedora como alarmante. Con anterioridad el ganador del Pulitzer, en 1994 se suicidó por un supuesto cargo de conciencia. Pues su en fotografía mostraba a un niño siendo acechado por un buitre. Después del premio la crítica le pregunto -¿Y qué hiciste para salvarla?


 La influencia que puede llegar a generar una fotografía a veces parece incontestable. Y a eso debemos agregar la idea de que una imagen puede llegar a ser suficiente referencia para cualquiera. Sin embargo, esto deja sin atender algunos aspectos de índole documental y otros de índole ético. Una persona que puede llegar a fotografiar un acontecimiento dado, no es por su mera ocurrencia. El fotógrafo se debe por muy inesperado que sea el evento a un contexto previo que le sitúa en un tiempo y en un espacio específico (y especificable). Es decir que, al entrar en un territorio dado, el fotógrafo viene "desde" un objetivo "hasta" otro. Ya sea por un compromiso ecológico o uno problemático está ya sumergido hasta el cuello en contextos que le otorgan un sentido documental a la fotografía. Estos deberán entonces incluirse.


Una pregunta para esta situación sería si debería permitirse el fotógrafo ser imparcial cuando se trata, no de un referente meramente natural, sino de un ser humano. Debemos recordar que el ser humano antes de ser un modelo fotográfico es el referente categórico que posibilita al observador estar posicionado tecnológica, geográfica y culturalmente. Estos condicionantes que le superan y le involucran hacen de cualquier intento de imparcialidad un verdadero atentado contra su obra su dignidad y contra el individuo. Así que la contextualización documental al ser, antes o después, lo que origina la misma foto es un contenido imprescindible de una obra. Entonces, repito, al ser coactivo de la obra deberá incluirse. Y disculpen si me repito, pero, es por estár instalado en un "antes" y un "después", que el autor debe completar el sentido informacional de su obra si no quiere ser tildado de superfluo u oportunista. Y el público deberá así exigir que cada fotografía tenga un referente de ser posible exhaustivo sino quiere ser tildado de hueco.